Las interacciones en el ámbito de Internet dejan huellas que permiten rastrear de algún modo nuestras preferencias y hasta determinar nuestro perfil como consumidores. Muchas empresas están a la caza de datos que les permitan hacer llegar sus mensajes y ofertas a muchas personas. Esto cuando no se trata de ciberdelincuentes o ciberacosadores que quieren extorsionar o hacer pasar un mal rato a una persona en particular. En otras palabras, buscan vulnerar la privacidad digital a la que todos tenemos derecho.
Al día hoy, es imposible ignorar la cantidad de amenazas en línea que existen. Ya no se trata solamente del ámbito personal. De hecho, las organizaciones también están enfrentando riesgos de privacidad que pueden afectar a los empleados, los clientes y directamente a las mismas empresas.
A continuación, conocerás un poco más sobre el concepto de privacidad digital. Igualmente, hablaremos de su importancia en el ámbito online y te daremos algunos consejos para gestionar la personal y proteger los datos de tu empresa.
¿Qué es la privacidad digital?
En esencia, la privacidad digital, privacidad online o privacidad en Internet, como también se le conoce, consiste en proteger la información en línea de las personas privadas. Entendemos como privado todo aquello que una persona mantiene para sí o comparte solo con aquellos en quienes confía. Esto incluye sus datos personales en Internet.
No obstante, en el ámbito virtual, donde cada actividad que realizas es rastreable, la privacidad parece más un ideal que una realidad. En efecto, tu historial de búsqueda, los contenidos que comentas o compartes en las redes sociales y cada clic que haces en un dispositivo digital, aunque creas que es información privada, muchas veces no lo es.
Como dijimos, tu actividad online deja una “huella digital” con la que cualquiera podría identificarte. Esto incluye: tus registros de empleo, preferencias de compra y entretenimiento, datos de geolocalización y hasta tu información financiera y sanitaria.
Importancia de la privacidad digital
Mantener la privacidad digital es relevante porque permite proteger tus datos más personales. Entre ellos, tu nombre, dirección física, fecha de nacimiento, información de tus cuentas bancarias e, incluso, intereses particulares. Por ejemplo, al crear una cuenta de compras en línea en Amazon o Alibaba, te solicitan aportar información personal.
Más aún, cuando realizamos una búsqueda online, Internet memoriza la palabra clave, que resume nuestro interés. Entonces, suponemos que la privacidad online está impidiendo que nuestra información personal sea compartida por terceros. Pero no siempre funciona así. A menudo, realizamos un par de búsquedas ocasionales en Google, pongamos por caso, sobre paneles fotovoltaicos. Poco después, veremos anuncios emergentes sobre estos productos, no importa si estamos visitando una web sobre medicina o un portal de noticias.
Veamos otras razones por las que debemos poner especial atención a nuestra privacidad digital, tanto en el plano personal como en la operatividad de nuestra empresa:
La amenaza de la filtración y la disponibilidad de datos
Aunque no lo creas, las filtraciones de datos ocurren a diario. Solamente un informe de la operadora de telefonía Verizon en 2020 analizó cerca de 4.000 casos de filtraciones en Estados Unidos. Desde incidentes no tan cuantiosos de pequeños negocios locales, hasta los más descomunales como el de Equifax que dejó al descubierto los datos personales de más de la mitad de los estadounidenses. Lo cierto es que, sea pequeño o grande el número de personas afectadas, estas quedan expuestas a robos de identidad y a la difusión de datos privados.
Teletrabajo y riesgos de la privacidad digital
Sin duda, el teletrabajo es una de las tendencias más relevantes en el ámbito laboral actual. Con ella, crece el trabajo desde casa y en movilidad y el uso de dispositivos personales para acceder a información corporativa (BYOD). En paralelo, disminuye la distinción entre datos personales y profesionales. Situación que obliga a las organizaciones a redoblar la protección de la privacidad digital de los clientes y empleados para blindarse a sí mismas.
Redes sociales y rastreabilidad de datos
No es un secreto y ha quedado en entredicho la manera como Facebook y otras redes sociales captan los datos personales. En efecto, estas empresas rastrean la información compartida en páginas personales, los grupos a los que pertenecen los usuarios. Incluso, todo lo que les gusta y comparten, la ubicación de las fotos, los eventos a los que asisten, etc. Sabiendo que Meta es la propietaria de Facebook, Instagram y WhatsApp, es factible que rastree a sus usuarios mediante todas esas aplicaciones.
Gestión datos personales con Big Data
Tan preocupante como lo anterior es la posibilidad de que los datos se agreguen en muchos sitios. En realidad, existen corredores de datos que recopilan información personal con mucha paciencia para completar perfiles personales a detalle de ingentes cantidades de personas. Posteriormente, venden dichos perfiles al mejor postor.
A decir verdad, ya no hay anonimidad, ya que muchos anunciantes se dirigen a los consumidores en base a características que bien podrían ser privadas: religión, orientación sexual y hasta la probabilidad de que una mujer quede embarazada.
Desconfianza de los clientes
No solamente hablamos de redes sociales, sino también de aquellas empresas a las que confiamos nuestros datos por el legítimo interés en productos y servicios específicos. Por supuesto que contamos con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y otros instrumentos legales para garantizar el derecho a nuestra privacidad digital. Pero el no saber con certeza si una empresa ha tomado las medidas técnicas necesarias para proteger los datos personales o eventualmente no cumpla una disposición, puede generar desconfianza.
¿Cómo gestionar la privacidad digital?
A continuación, te sugerimos una serie de medidas básicas para proteger tu privacidad digital personal y la de tus clientes y colaboradores.
- Utiliza la autenticación de dos factores, sobre todo cuando inicies sesión en plataformas bancarias y sistemas de pago en línea.
- Por otro lado, limita la información personal que aportas y compartes en redes sociales. Toda ella es material aprovechable por los ciberdelincuentes.
- Navega de incógnito. Por lo general, esta opción que encuentras en las diferentes versiones de buscadores como Google, evita la activación de cookies. Igualmente, descarta el almacenamiento de historiales de búsqueda.
- No te dejes engañar por mensajes de correo sospechosos. En particular, aquellos supuestamente enviados por tu entidad bancaria en los que te soliciten aportar tus datos para ciertos propósitos. Además, evita hacer clic en el enlace que contengan, ya que puede enviarte a una página falsa. Verifica directamente con el banco la veracidad del proceso descrito en el correo.
Para gestionar la privacidad digital en tu empresa
Si bien, parte de las siguientes medidas son aplicables al ámbito personal, también son esenciales para garantizar la privacidad digital de tu empresa y tus empleados:
- Utiliza una VPN. Efectivamente, una red privada virtual (VPN) provee privacidad y anonimato online. Esta tecnología oculta la dirección de Protocolo de Internet (IP) de tu empresa para que sus interacciones en línea sean difíciles de rastrear.
- Comunica con transparencia y coherencia tus políticas de tratamiento de datos, prácticas de privacidad y empleo de cookies. Junto con el aviso legal de tu empresa, estos son textos legales que tu página web corporativa debe incluir. Los mismos deben ser fácilmente accesibles a los usuarios.
- Incorpora un antivirus de calidad. Aunque parezca obvio, muchas empresas no estiman esta precaución. Un buen software antivirus, continuamente actualizable dificulta a los ciberdelincuentes incursionar en los dispositivos de tu empresa y apoderarse de información confidencial. Asimismo, ofrece protección contra los más recientes programas maliciosos y otras clases de virus.
- Por último, pero no por ello menos importante, establece un protocolo de ciberseguridad que incluya limitaciones de acceso a datos que así lo requieran. Por igual, debes establecer, en el marco del mismo, medidas y restricciones básicas. Entre ellas, la prohibición de abrir cuentas personales de redes sociales en dispositivos de la empresa y de emplear dispositivos de almacenamiento externo de datos.
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