¿Sueles hacer búsquedas o acceder a páginas en Internet sin preocuparte de qué datos recopilan los navegadores? Probablemente entras a la red y te parece cómodo que el navegador te presente tus websites habituales con sólo introducir una letra en el buscador y que al seleccionar la página, ésta cargue de inmediato. Sin duda, esto mejora tu experiencia de usuario. Pero esta maravilla no ocurre sin que des nada a cambio.
Los navegadores captan, almacenan y hasta comparten datos de tu actividad online. Por tanto, un simple descuido puede comprometer tu privacidad y la seguridad de tus datos. Si quieres enterarte de cuánto sabe tu navegador sobre ti y deseas limitar o evitar su acceso a dicha información, sigue leyendo este artículo.
¿Qué datos recopilan los navegadores y de qué herramientas dispone para hacerlo?
Cookies
Cuando entras en la página web de cualquier empresa, verás que surge un aviso donde la compañía advierte que su sitio emplea cookies propias o de terceros. En el mismo, te dan la oportunidad aceptar, rechazar o modificar su configuración. Las cookies son archivos diminutos de información que las páginas web y los navegadores comparten de manera recíproca y continua.
Estas “galletas” tienen como propósito identificarte como usuario y guardar un registro de tus visitas. De esta forma, las cookies archivan tus configuraciones y preferencias para, por ejemplo, evitarte la molestia de iniciar sesión para entrar a tu cuenta de email o de redes sociales. No obstante, detrás de su simpática denominación y esta buena intención, hay algo más. Las cookies captan datos muy específicos, como tus horarios habituales de navegación, botones y enlaces en los que haces clic y el tiempo que permaneces en uno u otro site.
Esto puede ser bueno o malo, según el criterio con el que se usen estos datos. En principio, las compañías crean perfiles de usuario para mejorar las funcionalidades de sus páginas y ofrecerte -cómo no- publicidad personalizada. En algún momento no te sentirás cómodo por el exceso de anuncios.
Historial de navegación web
Como dijimos al principio, te agrada comprobar que el navegador propone entrar a tus páginas favoritas con sólo pulsar la letra inicial. Esto es posible porque Chrome, Edge o cualquier navegador que uses guarda un historial que contiene todas las páginas que visitas. En particular, esta relación es interesante cuando olvidas el nombre de una página o el título de un contenido consultado. Los navegadores asociados a Google, como Chrome, te muestran este historial, entrando al enlace https://myactivity.google.com/. No obstante, esta información puede considerarse sensible, ya que presenta todas las páginas y contenidos que has abierto durante tu navegación. ¿Te imaginas que un desconocido acceda a tu ordenador o móvil y pueda aprovecharse de este historial?
¿Qué datos recopilan los navegadores para ubicarnos?
Una novedad de reciente incorporación es la funcionalidad que permite a los navegadores sincronizarse con tus cuentas en RRSS o correo electrónico desde cualquier terminal. Ahora los programas de navegación tendrán acceso a tu ubicación y movimientos. Incluso podrán obtener la información de uso y búsqueda desde otras aplicaciones y dispositivos. Obviamente, esto incrementa la variedad de datos del usuario que estas aplicaciones pueden captar.
Historial de descargas
Como su nombre lo indica, en este historial quedan registradas todas las descargas de archivos y aplicaciones realizadas mediante el navegador. No importa si eliminas los archivos de tu ordenador o dispositivo móvil. La aplicación seguirá presentando el historial como descargado, con la fecha y hora en la que se hizo.
Imágenes y datos en caché
Los datos que permiten que la carga de páginas web sea más rápida son almacenados por el navegador en una memoria que conocemos como caché. Esta información consiste en archivos e imágenes de un website que aceleran su apertura posterior sin necesidad de descargar tales datos otra vez. Por supuesto que mediante la memoria caché la navegación es fluida. Aun así, su permanencia también proporciona evidencia de las páginas que visitas y de los contenidos que consumes.
Datos de contraseñas y formularios
Este es un asunto delicado donde lo haya. Las aplicaciones de navegación te preguntan en ciertos momentos si deseas guardar en ellos contraseñas y otros datos (nombre, números de tarjetas bancarias, etc.). Es cierto que muchas personas lo aprueban sólo para tener acceso más rápido a sus cuentas de correo. Esta práctica es potencialmente peligrosa tanto en los ordenadores de la empresa como en tus dispositivos personales. Nunca se sabe cuándo puedes ser víctima de un robo o de un ciberataque, dejando estos datos en bandeja de plata al perpetrador.
Ya sabes qué datos recopilan los navegadores; ahora, protege tu información
No es obligatorio “comer” tantas galletas
Si no te resulta conveniente navegar de incógnito o tienes poco tiempo para ajustar las preferencias de cookies en cada página que visitas, es recomendable eliminar estos archivos. Para ello, puedes utilizar las funciones de borrado que te ofrecen los mismos navegadores. También puedes emplear un programa específico de limpieza que dispongas en tu ordenador o dispositivo móvil. Cerciórate de marcar en el mismo la opción borrar o eliminar cookies. En cuanto a la frecuencia de esta operación, algunos recomiendan que se haga cada tres meses. Pero no exageramos al aconsejarte eliminar las cookies una vez al mes.
¿Te acuerdas del “aviso emergente” del que te hablamos al principio? Al entrar en una página, espera a que aparezca este anuncio y haz clic en el botón ajustar o modificar cookies. Dicho aviso enlaza con una página que te muestra todas las opciones de cookies que se utilizan y tú puedes escoger las que consideres que no te afectan como usuario. O simplemente admitir sólo las cookies básicas o necesarias que, por lo general, están predeterminadas.
Elimina otros rastros periódicamente
Con las mismas herramientas que proporcionan los navegadores o con programas de limpieza alternos puedes borrar:
- Historial de navegación.
- Memoria caché.
- Historial de descargas y todos aquellos archivos que no necesitas, pero que dejan huella.
Configura tu navegador de manera razonable
Es decir, activa sólo las funciones que realmente necesitas y evalúa las opciones que impliquen recopilación de datos indispensables. Algunas como el autocompletado de búsquedas y la revisión ortográfica podrían ser prescindibles.
Navega como incógnito
Por último, instituciones como la Oficina de Seguridad del Internauta recomiendan la navegación de incógnito. Los navegadores más conocidos -Chrome, Opera, Mozilla, Microsoft Edge, etc.- cuentan con su pestaña privada. ¡Búscala y navega mediante ella! Así evitarás la acumulación de cookies y la existencia de historiales de navegación o memoria caché.
Normativas Europeas para regular qué datos recopilan los navegadores y las páginas web
Las normativas europeas como la Directiva 2009/136/CE por la que se modifica la la Directiva 2002/58/CE relativa al tratamiento de los datos personales y a la protección de la intimidad en el sector de las comunicaciones electrónicas (conocida como la Directiva de cookies o ePrivacy) y el Reglamento General de Protección de Datos, apenas nombran el término “cookies” en sus considerandos.
En el primer instrumento (considerando 66), se reconoce la importancia de proporcionar al usuario “una información clara y completa” por parte de la empresa que requiera “almacenar información sobre el equipo de un usuario o acceder a información ya almacenada” mediante cookies. Además, “… El modo en que se facilite la información y se ofrezca el derecho de negativa debe ser el más sencillo posible para el usuario”. En la modificación del artículo 5.3 de la mencionada Directiva se ratifica esta disposición. Aunque no impide “el posible almacenamiento o acceso de índole técnica al solo fin de efectuar o facilitar la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas, o en la medida de lo estrictamente necesario a fin de proporcionar a una empresa de información un servicio expresamente solicitado por el usuario o el abonado”.
RGPD europeo y la LSSI CE española
Por su parte, el RGPD reconoce (considerando 30) que “Las personas físicas pueden ser asociadas a identificadores en línea facilitados por sus dispositivos, aplicaciones, herramientas y protocolos, como direcciones de los protocolos de internet, identificadores de sesión en forma de «cookies» u otros identificadores…” que “… pueden ser utilizadas para elaborar perfiles de las personas físicas e identificarlas”.
Por otro lado, en el artículo 4.11, establece una definición del consentimiento del interesado como “»toda manifestación de voluntad libre, específica, informada e inequívoca por la que el interesado acepta, ya sea mediante una declaración o una clara acción afirmativa, el tratamiento de datos personales que le conciernen”. Mientras que en el artículo 7 define con claridad cómo deben ser las condiciones para dicho consentimiento.
Finalmente, el artículo 22.2 de la Ley 34/2002, de 11 de julio, de servicios de la sociedad de la información y de comercio electrónico (LSSI CE), prácticamente transpone lo establecido en los instrumentos arriba nombrados. Debes saber que esta disposición de la LSSI dio lugar a la Guía de Cookies que publica y actualiza la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD). En nuestra opinión, este es un documento esencial que debes conocer y aplicar a la política de cookies de los canales online de tu empresa.
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